lunes, 13 de septiembre de 2010

BIOTECNOLOGÍA: HERRAMIENTA ECONÓMICA DEL FUTURO.

Es interesante cómo la cultura mediática va asumiendo retos importantes en torno al tema de los alimentos transgénicos. VALIOSO el envío de Ernesto Bustamante al COLECTIVO PERUBIOTEC , de la que formamos parte y que refiere a Expreso en estos dos artículos...interesante...!! y valioso...! (reitero). La BIOECONOMÍA será la opción que nos traiga mayor crecimiento económico y desarrollo social. LEÁMOS...!!



Especialistas aseguran que ingreso de estas semillas contribuiría al desarrollo productivo del país.

“No hay que taparnos los ojos ante el avance de la tecnología”

Pase a la biotecnología. Al parecer la discusión sobre el consumo de alimentos genéticamente modificados en el Perú podría llegar a su fin, pues así lo dejó entrever el ministro de Agricultura Adolfo de Córdova Vélez al dejar abierta la posibilidad de que antes de fin de año se publique la reglamentación para el uso y distribución de organismos genéticamente modificados (OGM) en el país.“Estamos elaborando un reglamento ya que hay una ley que obliga al Minag y lo estamos haciendo en coordinación con el Minam. Es un tema que se tiene que ver desde todo punto de vista y ya no debe ser un tema tabú porque está a nivel mundial”, dijo.

Cabe mencionar que estas declaraciones van en línea con lo dicho por el Presidente Alan García quien dijo que antes de terminar su gobierno tendrá definido este tema. Además puso como ejemplo la sierra que por ser pobre en terreno y agua, podría ser una zona donde la biotecnología permitiera buscar las semillas que utilizan menos agua y que resisten más la exposición del sol y así elevar la productividad.Córdova Vélez también dijo que están realizando los debates, presentando requerimientos y propuestas de todos los lados ya sean a favor o en contra de los transgénicos. “No podemos cerrar los ojos ante el avance de la tecnología”, agregó.

Aclaró que el Minag no está a favor ni en contra y que el reglamento saldrá producto del diálogo y consenso, sin embargo precisó que el 100% del maíz y soya que ingresa al país es transgénico. “La soya es transgénica, no hay que taparnos los ojos al avance de la tecnología, hay una mejor productividad de los transgénicos, y es un tema a conversar”, dijo.

Por su parte el vicedecano nacional del Colegio de Biólogos, Ernesto Bustamante, dijo esperar que si hay un cambio de ministro este continúe con las intenciones de Córdova Vélez teniendo en cuenta que hace aproximadamente unos seis años que el proyecto de reglamento de bioseguridad está por revisarse en la cartera de Agricultura. “Es un instrumento legal necesario para que se sincere el ingreso de organismos genéticamente modificados a la economía peruana que sería positiva para el desarrollo económico del país”, dijo.

Bustamante cuestionó que la actitud del Minam entorpezca la agilización de este reglamento al oponerse a los transgénicos manejado por intereses ambientalistas. “Es una opción de desarrollo que le deja como alternativa al agricultor, o de sembrar transgénicos u orgánicos, pero hay que darles la oportunidad de escoger libremente para que maximice su productividad y rentabilidad lo que multiplicado significa un sinónimo de progreso para el Perú”, dijo.

Por su parte el experto en temas agrarios, Fernando Cilloniz, consideró necesario que de una vez se ordene y se regule la introducción y uso de semillas transgénicas en el país.“Estoy a favor de la tecnología que produce variedades resistentes a las enfermedades y que son muy nutritivas”, aseguró al indicar que en el país se consumen productos transgénicos desde hace muchos años, a través del aceite vegetal elaborado con soya genéticamente manipuladas que proviene de EEUU y Argentina.

Sabías que...Son 27 países que siembran transgénicos en el mundo, como EEUU, Canadá, Argentina, Brasil, Colombia, España, China y El Salvador etc. Y contrariamente a los mitos, hasta hoy no se ha registrado ningún daño a la salud, ambiente o la biodiversidad. Además cuenta con el aval de la OMS y la FAO.


La columna del editor

Romper mitos
José Luis Patiño V.
jose.patino@expreso.com.pe


Creo que es fundamental que el gobierno en materia de desarrollo agrario salga del oscurantismo al que ha sido llevado por algunos que, sin base científica, afirman que uno de los productos de la biotecnología como son los transgénicos, constituye una amenaza para la salud y la biodiversidad.

Tal ha sido la millonaria campaña en el mundo financiada por grupos seudos ecologistas que el sólo hecho de nombrar la palabra transgénico resulta siendo asociada por la población como algo peligroso y mortal. De ello se han valido los supuestos defensores de los consumidores para obligar a las empresas a etiquetar con el sello “transgénico”, a aquellos productos con insumos provenientes de semillas transgénicas.

¿Pero existen “alimentos transgénicos”?. Nada que ver, lo que existe, repito, son semillas que han sido genéticamente modificadas que les permiten ser más resistentes a plagas y pesticidas, al sol y al frío, a las inundaciones e incluso pueden incorporar algunas vitaminas para mejorar su aporte nutricional. El resultado es un incremento geométrico de la productividad agrícola.

Hoy la mayoría de países cultiva el maíz y la soya transgénica, el Perú importa ambos insumos y sirven como alimento para animales. El pollo, por ejemplo, se alimenta de maíz transgénico. ¿El ministro Antonio Brack, férreo opositor a los transgénicos, si cree que es riesgoso para la salud humana, por qué permite que los peruanos sigamos comiendo pollo transgénico? Y es que para mentir y comer pescado, hay que tener bastante cuidado.

*Fuentes: Tu Diario Expreso.

1 comentario:

  1. Estimada Doctora:

    Le escribe Ernesto Carrero, quien se le acercó el miércoles pasado al final de la ponencia sobre estrategias en campañas electorales, en el local de Jesús María. Me agradó mucho leer su artículo, tras lo cual me atrevo a exponer un par de conclusiones particulares:

    1. Recordando a mi profesor de Mercadeo Agrario Interno, Dr. Waldemar Mercado, procuré hacer un análisis situacional respecto al tema sin emitir juicios de valor. Una vez revisada un poco de literatura respecto al tema, podría decir que estando principalmente de acuerdo con su posición favorable al empleo de las semillas transgénicas, rescataría algunos conceptos del Dr. Brack. He aquí mis ideas fuerza.

    1. Defensa del uso de las semillas transgénicas.-Respetando sus creencias, difiero del Dr. Brack respecto de una sociedad libre de pobreza en la que todos pudieramos consumir alimentos relativamente óptimos. Una rápida revisión de nuestras limitaciones socio-económicas nos recuerdan la necesidad de corto plazo de millones de personas de ser alimentadas a un nivel básico de calidad de vida, lo cual se viabiliza en los aumentos de productividad basados en plantas más fuertes, aún sopesando un hipotético efecto negativo de largo plazo (esta gente no llegará al largo plazo si no come, asi de simple).

    2. El argumento del Dr. respecto al mercado generado de productos orgánicos y el daño que le ocasionarían los transgénicos no se ajusta a un análisis de segmentación de mercados. Sencillamente, quienes tienen los medios y desean consumir productos orgánicos no son los mismos individuos que se beneficiarían del uso masivo de semilla transgénica.

    3. Felicitando su acción de difundir estos temas en la web, agradecería se extendiera más sobre las normas del citado Reglamento, sobretodo referente a las condiciones de compra de las semillas. Siendo a la fecha en la práctica un oligopolio, sería importante proteger a los agricultores con una mayor poder de negociación, bajo la representación de alguna instancia del Estado. A su vez, tal vez siendo demasiado ambicioso, debería buscarse no la prohibición de su uso, sino por el contrario, la promoción y fortalecimiento de instituciones locales, tal como la Universidad Agraría, el INIA y otros (por qué no privados nacionales) a fin de que investiguen más y generen alternativas propias.

    4. Siendo conocedores de la naturaleza humana, si recomendaría y apoyaría la creación de bancos (no, uno, sino varios) de semillas que puedan guardar las variedades genéticas actuales. La biodiversidad es valiosa más por su potencial que por su uso actual. Faltando los conocimientos, me parece correcto el empleo de monovariedades, más siempre celando respaldos genéticos para futuras necesidades (y esto implicaría no solo tener los bancos, sino una investigación continua sobre las aplicaciones que podrían darse a sus variedades).

    5. Por último, respecto al empleo de suelos, me parece que contrario al temor de eliminar zonas heterogéneas; sería de gran valor que el Estado diera las condiciones para que las semillas transgénicas fueran empleadas en zonas de pobre valor natural o ya empobrecidas por acción del hombre. La misma dinámica de cultivo incluso podría mejorar el biotopo (nuevamente, pecando de ser ambicioso), tal como nuevos cultivos enriquecen progresivamente el trabajo en terrenos eriazos.

    Felicitaciones nuevamente por su blog,

    Ernesto Carrero
    ecarrero2402@hotmail.com

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