miércoles, 18 de junio de 2008

EL FUTURO DE LA AGRICULTURA

Cuando en el Perú seguimos marasmáticos con la aprobación de la Ley de Biotecnología Moderna y del reglamento de Bioseguridad, en El Salvador ya se han dado pasos normativos importantes para que dicho país sea Biotecnológico y se promuevan los cultivos transgénicos.El artículo que a continuación leerán les dará una pauta de como van las gestiones en otros paises.

Ricardo Esmahan, es presidente de la Cámara de Comercio de El Salvador.

PROMETEDOR PORVENIR PARA LA AGRICULTURA: TECNOLOGIA
Ricardo Esmahan

Alimentar a la población más vulnerable por sus bajos ingresos se ha convertido hoy en día en un reto fundamental para la humanidad. Es por ello que a nivel mundial hay nerviosismo por el tema de seguridad alimentaría, especialmente ahora que estamos frente a una coyuntura en que la población más pobre de todo el planeta podría cargar con el costo de un modelo de desarrollo global.

Teniendo a la base políticas de subsidios de países ricos, el mundo se acostumbró a comida barata y de repente ésta se pone cara. Al encarecimiento se suma el costo del transporte provocado por la petro-especulación, aumentando los fletes de arroz, frijoles, maíz, trigo, de forma grosera.

De ahí la necesidad de dar a la agricultura su papel fundamental frente a las preocupaciones mundiales. Por ejemplo el criterio de la nueva agricultura de la Unión Europea (UE) se enfoca en más capacidad de producción integrando tecnologías que le permiten a los cultivos tener resistencias a plagas y ser resistentes a las sequías. Esto está pasando en la UE.

Europa no quiere disminuir su producción y no tiene más que apostarle a la bioagricultura. No ha tenido más remedio, sencillamente porque es deficitaria en producción de proteínas y grasas necesarias en los procesos de alimentación de la ganadería, avicultura y porcicultura. Importa soja y maíz de Estados Unidos, Argentina y Brasil, países vanguardia en el uso de organismos genéticamente modificados (OGM) para mejora de la productividad de sus cultivos.

En la UE la opinión pública se ha despojado de los mitos en el uso de OGM, ya está clara que el animal alimentado con soja y maíz genéticamente modificado no produce carne “transgénica”. Es más, la contradicción legal y moral de aplicar leyes para prohibir el uso de semillas y el cultivo de alimentos “transgénicos”, y por otro lado permitir el consumo humano de carne de animales criados con alimentación de origen transgénico, obligó al parlamento Europeo a legislar y permitir cultivar alimentos de origen transgénico como una opción al alimento convencional, dentro de los marcos legales del Protocolo de Cartagena.

Exactamente en este estadio es donde nos encontramos en la práctica y realidad salvadoreña y Europa puede ser un buen referente.

Al igual que la UE, debemos aplicar normas que vayan de la mano con la tecnología de los OGM, como: autorizaciones de cultivos, investigación, coexistencia con cultivos criollos, zonificación, etc.

Francia, uno de los principales países agrícolas de la UE, aprobó el uso de esta tecnología y empezó con ensayos de campo para evaluar el impacto; lo mismo debemos hacer nosotros para evaluar de manera científica el uso de esta tecnología en nuestro país.

Creo que la solución a la paradoja de alimentar a la población mundial la tendrán los países en desarrollo, como el nuestro. Porque son estos países los que van a tomar las malas o buenas decisiones para el futuro de la agricultura mundial.

Recordemos que la demanda mundial es insaciable. Sólo la clase media china que está en crecimiento requiere para su consumo un volumen increíble de arroz, que sólo puede ser atendido si introducimos al modelo los OGM. Este proceso de aprobación ya se inició en China, independientemente de lo complejo de la burocracia para su aprobación. El consumo nacional de millones de ciudadanos está en juego.

El tren de la historia no pasa dos veces por la misma estación, y aunque debemos tener sabiduría para decidir que vagones debemos abordar, sin duda, amigos, ¡Debemos subirnos ya!

Hay un prometedor porvenir para la agricultura en el futuro de El Salvador, pero no hay duda: con tecnología.

resmahan@hotmail.com

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