domingo, 27 de diciembre de 2020

Quo Vadis…? Doris Sánchez

Entro a una nueva etapa en mi vida política, al hacerlo expreso mi  gratitud al Partido Político Perú Posible, por toda la experiencia adquirida en favor del bien común en el PERÚ.

Promotora y gestora, en equipo, de leyes importantes en el Perú: Ley General de Educación, Ley de Ciencia y Tecnología, Ley de creación del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación (SINEACE), Ley que declara de interés nacional la implementación de un Centro de Operaciones Satelitales en el Perú, entre otras importantes. Participante activa del Acuerdo Nacional en el rubro de Educación. Docente universitaria invitada del posgrado de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. He formado con ética, transparencia y competitividad miles de profesionales del área médica y de Educación. He sido por 10 años (85-95) Directora Académica de la Escuela de Posgrado de las 22 facultades en San Marcos. Complemento mi actividad académica con la Dirección Ejecutiva del Instituto Internacional de Gobierno (IGOB). Son mis prioridades el desarrollo humano y social y en ello lo concerniente a lo educativo, desde la ciencia, la tecnología y la innovación. Siempre digo que soy una académica prestada a la política, ese mundo complejo en el que me queda claro que acortar la brecha entre los políticos y los ciudadanos es capital para lograr el equilibrio que una gestión sostenible requiere. Por ello los políticos tenemos que ser empáticos, promover las reglas de confianza, el honor a la palabra, el apretón de mano luego de un acuerdo, pues de no ser así estaríamos rompiendo la credibilidad, requisito importante para hacer predecibles los acuerdos.

Que, ¿adónde voy?, pues voy al Congreso de la República de mi Patria. Cuando hacemos docencia tenemos claro el panorama de que la ruptura de paradigmas debido, no sólo a esta crisis pandémica, sino a los cambios del profundo dinamismo global producto de las tecnologías de información y comunicación, nos motiva a la reingeniería de nuestro proceder. Debemos ir cambiando nuestro código de vida. En política como en la docencia sino nos reinventamos, actualizándonos, reinventándonos y perfeccionando nuestro quehacer en favor de los más vulnerables y sintonizando con el pueblo, estamos demás. Es necesario tener control de los excesos que se cometen en nombre de una “buena norma actual” hipotecando el futuro de los más desprotegidos.

Les informo que por fin se oficializó, por el Jurado Nacional Electoral (JNE), la plancha presidencial, parlamentaria y Parlamento Andino, del Partido Político Alianza Para el Progreso (APP). La crisis pandémica, que agudizó aquello ya embalsado en nuestro país, nos trajo desasosiego, incertidumbre, frustración, desconfianza, nos puso de cara frente a problemas estructurales sanitarios y económicos, nos dimos de cara con el problema de la falta de focalización de los reales beneficiarios de los bonos de subsistencia del gobierno, con la falta de ciudadanía responsable, inseguridad, desconcierto político, ruptura del diálogo en las instituciones. Nos trajo pobreza y desempleo, violencia familiar y sexual, polarización por las redes sociales, muchas veces con información no verificada, nos trajo depresión. También nos trajo, en medio del confinamiento obligatorio, reflexión, motivación, confianza, un cierto grado de optimismo y gratitud por la vida y un deseo ineludible de participar nuevamente en política pública. Constatar a través de los medios la incapacidad de las instituciones
  de unirse para superar esta crisis sanitaria y económica y más bien seguir demostrando que el futuro de las generaciones y de la población adulta mayor poco les importa y enterarnos que el 70% de congresistas actuales no saben lo que es trabajar partidaria y disciplinariamente, que no existe consenso en los acuerdos para no hipotecar el futuro de los jóvenes, de los centenials, los millenials, la generación x, principalmente de quienes conforman la Generación del Bicentenario, aquellos jóvenes que demostraron, como hace 20 años , en la Marcha de los Cuatro Suyos, que luchar  a pecho abierto por recuperar una democracia subyugada  por la dictadura fujimorista era cuestión de honor y de vida, como en esta movilización por lo justo, aquellos jóvenes que hoy solo quieren ser competitivos, globales, honestos, responsables, tener estabilidad laboral, tener su familia con calidad de vida y estoy convencida que solo se podrá lograr este viejo anhelo a través del emprendimiento, el desarrollo de la ciencia, la tecnología, formar innovadores, capacitar  docentes en la educación básica regular, la educación superior no universitaria y universitaria, respetando los cánones de la calidad educativa. 

En APP a través de una reforma constitucional y a propuesta de Luis Valdez presentado y defendido por Omar Chehade, se ha logrado institucionalizar el 6% del PBI para la educación. Será nuestro reto cumplir esa exigencia de la constitución y no hay vuelta atrás.  Llegar a estos 200 años de república, con tantas carencias, con tantas incertidumbres, sin posibilidades de certezas al corto y mediano plazo, me llenaron de zozobra y tomé la decisión de regresar a la política activa, salir de mi zona de confort desde lo académico y postular nuevamente al Congreso de la República en la lista de un partido que por su extracción humana, social, cultural, política y de gestores exitosos del servicio público, me dan y le dará al pueblo peruano la garantía de un buen gobierno, en favor de los que menos posibilidades tiene de alcanzar calidad de vida. Nuestra brecha en educación es abismal. No tenemos que esperar que pasen 11 generaciones para tener la esperanza de que la generación 11 tenga calidad de vida. Debemos romper esa terrible brecha. En Europa (Finlandia, Dinamarca, Noruega) alcanzan calidad de vida en la tercera generación (según un estudio de OCDE). Estamos convencidos que nuestras políticas públicas educativas deben centrarse en los jóvenes para que tengan inclusión social más allá del empleo juvenil, y en los niños para garantizarles igualdad de oportunidades y en todo caso mitigar las consecuencias de eventos adversos de vida. Y es el magisterio desde sus capacitaciones, para promover la meritocracia y la mejora de sus sueldos que abordaremos la problemática de digitalización del aprendizaje. Disminuir la brecha digital en la zona rural y que, como ahora, los estudiantes por decenas de miles no se queden sin aprender.

Que, ¿adónde voy?, pues voy al Congreso de la República de mi Patria para ser la VOZ de los que no tienen VOZ, para promover un Perú con Rumbo, de la mano de un gestor político y emprendedor educativo exitoso, el Dr. CÉSAR ACUÑA PERALTA, doy fe de ello. Seguiremos conversando.

*Bióloga, docente universitaria, Mag. en Bioquímica, Dra. en Biología, (c) Educación, (c) Sociología. Ex ministra de Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano. Ex congresista de la república. 


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