lunes, 13 de julio de 2009

RELIGIÒN Y SOCIEDAD

El Papa Benedicto XVI, en un documento llamado la Encìclica "Caritas in Veritate " que lo dedica a la economìa y al trabajo y a las vìas de soluciòn a la profunda crisis que aqueja al mundo, globalizado y moderno, inmisericorde e intolerante, injusto y corrupto , propone que para que la economìa funcione bien es necesaria la ètica, que el orden econòmico estè basado en los valores cristianos "fe y razòn, caridad y verdad" ...dice que : " la globalizaciòn es una oportunidad para redistribuir la riqueza con honestidad"...pide un mercado màs social y humano en el que " el estado tenga un rol màs activo y las empresas se guìen por la ètica y la responsabilidad.."...necesitamos integrar a los pobres y hambrientos del Tercer Mundo en un sistema nuevo y transparente...que la globalizaciòn, en este contexto, requiere de reglas nuevas...tambien invoca a los sindicatos a instaurar nuevas sinergias "para afrontar la reducciòn de las redes de protecciòn social" a nivel nacional e internacional y a que exista una "vedadera autoridad polìtica mundial, regulada por el derecho...".

A lo largo de las 127 pàginas que tiene la Encìclica y que tiene como base la Encìclica clave de Paulo VI (l967) "Populorum progressio" vemos palabras como REDISTRIBUCIÒN, ETICA, TRANSPARENCIA, HONESTIDAD,INCLUSION Y BIEN COMÙN que nos recuerda, en estos temas, la inaccciòn en polìticas claras por parte del gobierno aprista. La Encìclica grafica de manera clara y contundente el punto de inflexiòn, flageladas por estas taras, y la ruta que debemos seguir como catòlicos, apostòlicos y romanos.


Los invito a leer la Carta Encíclica "Caritas in Vertitate"

1 comentario:

  1. Estimada Dra
    Ni siquiera mi amigo, el Papa Juan Pablo II, pudo detener la acelerada deshumanización del ser humano que significa la GLOBALIZACIÓN.Todo el mundo,cuando tiene poder,sea este económico,político,etc,se preocupa sólo de su bienestar personal y de ensalzar su propia vanidad,como si el mundo fuera una feria de vanidades.¿Distribución justa de la riqueza?,¿ética en el manejo de la economía de una nación?,¿lucha real y genuina contra la pobreza?;lamentablemente,todo ello se ha vuelto una utopía.
    En fin,sigamos confiando en la buena voluntad de los Papas.
    Saludos
    Hugo

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